28 agosto, 2012

Aspiraciones...

Rayado por la sombra de los bambúes, el gato
se sueña tigre.

Elsie Vivanco (Buenos Aires, 1936)

20 agosto, 2012

Félix, The Cat.

Todos, seguramente alguna vez, hemos visto al gato Félix. Como estampa en una remera, en la tele, o en libros infantiles… Este dibujo, dedicado originalmente al público adulto, apareció al comienzo de los años '20, como personaje animado en pleno apogeo del cine mudo.
El caricaturista australiano Pat Sullivan, y el animador estadounidense Otto Messmer fueron los creadores de Félix, aunque muchos historiadores, afirman que Sullivan plagió a Messmer. Más allá de estas internas, el gato Félix fue un gigantesco suceso mundial, comparable al del gran Charles Chaplin.
Las primeras caricaturas reflejaban los pensamientos estadounidenses de la época. Temas como la “ley seca”, la aparición de los sindicatos, y cantantes y actores de moda, formaron parte de sus argumentos.
Su éxito duró hasta que el traspaso del cine blanco y negro al technicolor y la inclusión de sonido en los cortos, le restaron interés en su audiencia. Además otro personaje surgía en la animación de Estados Unidos: de la mano de Walt Disney nacía el imbatible Mickey Mouse.
Comenzando la década del '60, el gato Félix reapareció en la televisión pero inclinado esta vez al público infantil, introduciendo nuevos elementos como un bolso mágico que podía tomar la forma que Félix quisiera.

"El pequeño felino negro es una de las grandes creaciones del arte de los comics: su soledad, su sentido de alienación y su obstinada lucha contra el destino, los elementos, el frío, el hambre y la humanidad insensible le señalan como uno de los primeros héroes del absurdo disfrazado de animal", según palabras de uno de las grandes autoridades del comic, Maurice Horn.



03 agosto, 2012

Autorretrato con collar de espinas. Frida Kahlo.


Durante el verano de 1939, Frida Kahlo y Diego Rivera se separan y ella se instala en la Casa Azul, en Coyoacán. En el otoño siguiente, la pintora padece una infección en las manos y experimenta agudos dolores de columna, como otras tantas veces en su vida. Tiene tan sólo 32 años.
En 1940 pinta este cuadro, que se llama "Autorretrato con collar de espinas". Aquí Frida se hace a sí misma de frente. Lleva una corona de espinas a modo de collar. Las espinas se hunden en su cuello, reflejando el dolor ocasionado por su reciente divorcio. Colgando del collar hay un colibrí muerto, cuyas alas extendidas imitan las cejas de Frida. En el folklore mexicano, los colibríes muertos son usados como amuletos para invocar la llegada de un nuevo amor.
Sobre su hombro izquierdo, un gato negro, símbolo de mala suerte. El gato está esperando saltar sobre el colibrí. En el hombro derecho, se encuentra su mono, regalo de Diego. Alrededor del pelo, las mariposas representan la resurrección. De fondo, un muro de plantas tropicales.

Frida había pintado anteriormente otro autorretrato con intenciones de regalárselo a su amante de entonces, el fotógrafo húngaro Nickolas Murray. Pero después de su separación, tuvo que vender ese cuadro para poder pagar a los abogados que le hicieron la gestión de divorcio. Para reemplazar el regalo de Murray, se pintó nuevamente.

En palabras de ella: "pinto autorretratos porque estoy mucho tiempo sola. Me pinto a mí misma porque soy a quien mejor conozco".